ATENAZADOS POR LA CULPA

"The Reader (El Lector)" es una interesante película que sin embargo no alcanza a consumar todas las expectativas que crea. Habría que conocer la novela de Schlink para saber la fidelidad de la adaptación y tal vez nos serviría para entender mejor la motivación de los personajes que en la película en ocasiones queda desdibujada. También destaca negativamente el postizo maquillaje que tiene que aguantar la Winslet que resta toda credibilidad a esa parte tan importante de la historia.

La historia se inicia con la relación prohibida de un adolescente con una mujer desconocida que le dobla la edad en la Alemania de la postguerra de la Segunda Guerra Mundial. La relación se inicia por una pura atracción sexual y deriva hacia una atracción intelectual donde la mujer pide al chico que le lea pasajes de libros que le hacen descubrir mundos para ella desconocidos. La intensidad de su relación cada día va a más e incluso se atreven a salir de la habitación para compartir sus momentos entre el resto de la gente como una pareja normal, pero un día ella desaparece sin despedirse. Tiempo después, el chico ya convertido en estudiante de derecho asiste a un juicio como práctica de clase y descubre que una de las acusadas por crímenes nazis es esa mujer con la que compartió tanto y no llegó a conocer en realidad. A medida que descubra el pasado de la mujer le asaltará la duda moral al chico de contar lo que sabe de ella sabiendo que hacerlo o no podría modificar la sentencia del jurado.

Sin duda, el argumento plantea situaciones y personajes fascinantes y la historia tiene todos los ingredientes para explicarnos algo que nos atrape y nos haga sentir grandes emociones. Pero, pese al estupendo reparto donde destaca la siempre brillante Kate Winslet, pese a la cuidada puesta en escena, escenografía y fotografía, pese a tener escenas excelentes como la salida en bicicleta de los enamorados, pese a contener emocionantes reflexiones sobre como vivir con la culpa, sobre la redención a través de los libros o sobre el dilema moral de decir la verdad o ocultarla para hacer justicia, pese a todo eso, la distancia con que a menudo se nos cuenta la historia convierte a la película en demasiado fría y distante y poco a poco nos va dejando indiferentes, en especial, en la parte final.

Tal vez son demasiados temas los que se proponen y no se acaba de profundizar en ninguno de ellos, la sensación de quedarnos en la superficie de todo lo que se nos cuenta y de todo lo que sienten los personajes, nos deja un sabor amargo en la boca de no haber podido saborear todo lo que contenía la historia que era mucho. Y es una verdadera lástima porque oportunidades como estas hay pocas en el cine actual.

La experiencia vale la pena si se tiene en cuenta lo dicho anteriormente, tal vez un buen complemento sea leer la novela a posteriori para ir descubriendo las capas que se esconden tras esa Hannah de la que se nos cuenta tan poco. El film es pesimista y amargo, y nos habla de la culpa, del perdón, de la pasión, del descubrimiento y de como hechos del pasado afectan irremediablemente a la vida que intentamos construir en el presente.

U.C. (Daniel Farriol)